A propósito de que en República Dominicana, siempre estamos en campaña política y que el descrédito, las noticias falsas y los chismes son el pan de cada día, les traigo una anécdota encontrada en el “mágico Google”, donde también puede encontrarse fácilmente la información de los gobiernos anteriores para comparar con el actual, según lo dicho por el presidente. La anécdota es atribuida a Sócrates, maestro de Platón. Se cuenta que cierto día vino alguien donde Sócrates y le dijo: ¿Sabes lo que acabo de escuchar de tu amigo? – Espera un momento, dijo Sócrates, antes de que me digas, debes pasar la prueba de los tres tamices.
-¿La prueba de los tres tamices? Sí.
– Antes de contar algo sobre los demás, hay que filtrar lo que se quiere decir. El primer tamiz es el de la verdad. ¿Has comprobado que lo que me vas a decir es cierto? Preguntó Sócrates.
– No, solo me enteré…, le respondió el visitante.
– Muy bien. Entonces no sabes si es verdad.
– El segundo tamiz, es el de la bondad. ¿Es algo bueno lo que quieres contarme sobre mi amigo?
– ¡Oh no, al contrario! – Entonces quieres contarme cosas malas de él y ni siquiera sabes si son ciertas. Pero quizás todavía puedas pasar la prueba.
-El tercer tamiz, es el de utilidad. ¿Me ayuda saber lo qué me vas a contar sobre este amigo?
– Realmente no, respondió el visitante.
.- Entonces, concluyó Sócrates, lo que quieres decirme no es cierto, ni bueno, ni útil. ¿Por qué querrías decírmelo? Y yo ¿por qué querría saberlo?
Así deben ser tratadas las informaciones. No es que nos autocensuremos, pero sería útil que antes de divulgar una información, sobre todo en esta era del periodismo ciudadano, donde cualquiera con un celular en las manos se cree periodista, confirmemos primero la veracidad, segundo qué tanto mal o bien causará su divulgación y tercero si la información sería útil en algún sentido para la sociedad.